El lector sale de Sobre los principios con una imagen del Caribe hispano muy ajena a los postulados identificatorios tradicionales. No es la religión, ni la lengua o la raza el elemento aglutinador de la comunidad. Tampoco lo es el alma, el espíritu o la ideología de cualquiera de los nacionalismos de los dos últimos siglos. Son, en todo caso, la guerra y la memoria de sujetos históricos diversos, en su interminable lucha por la representación, las que dotan de un sentido comunitario a la región.